El gobierno de Carrera puede ser considerado como el primer intento de reforma extrema. Una de sus primeras medidas se refirió a la compra de una imprenta (*) que quedó bajo la responsabilidad de Camilo Henríquez. Comenzó, entonces, la publicación semanal de La Aurora de Chile. Al mismo tiempo, los conventos se vieron obligados a mantener una escuela de primeras letras, mientras se impulsaba la difusión de una bandera y de una escarapela como símbolos nacionales
En 1812, Carrera promulgó el Reglamento Constitucional . Si bien reconocía la potestad de Fernando VII, borraba con los hechos esta declaratoria. En principio, el rey debía reconocer este reglamento constitucional, lo que implicaba el reconocimiento de la soberanía; además, sólo podría legislarse desde el territorio; las leyes foráneas no tendrían ya más injerencia. Se salvaguardaban las libertades públicas y se afirmaban las garantías individuales. El poder Ejecutivo quedaba a cargo de una Junta tripartita y el Legislativo estaría constituido por un Senado de siete miembros que debería prestar su acuerdo para todas las decisiones ejecutivas. Al igual que en Buenos Aires en 1810, los chilenos dejaban de ser súbditos de la Corona española, para ensayar su condición de ciudadanos. El 26 de marzo de 1813 se produjo el avance realista sobre territorio chileno. El brigadier Pareja se apoderó primero de Talcahuano y luego, de Concepción, siendo en ambos casos asistido por los fidelistas o realistas de la región. Más tarde tomó Chillán, desde donde dominó todo el territorio hasta la ribera del río Maule. Las operaciones patrióticas fueron dirigidas por Carrera, que contó con el apoyo de Bernardo de O"Higgins , aunque ninguno de los dos bandos pudo definir la situación a lo largo del año. Mientras, en Santiago, el Senado integraba la Junta con los reformistas José Miguel Infante, Agustín de Eyzaguirre y Francisco Antonio Pérez.
Esta Junta buscó fortalecer los avances realizados por medio de la cultura. Se crearon escuelas de primeras letras allí donde hubiese más de cincuenta vecinos, que serían mantenidas con fondos municipales. En agosto de 1813 se inauguró el Instituto Nacional, sobre la base de cuatro centros coloniales, la Universidad de San Felipe, el Convictorio Carolino, la Academia de San Luis y el Seminario Conciliar. El Seminario apuntaba hacia la investigación de las ciencias naturales y propulsaba los métodos de experimentación. Además, se fundó la Biblioteca Nacional, a cargo de Manuel de Salas. La Aurora de Chile fue reemplazada por el Monitor Araucano, que apareció por primera vez el 6 de abril de 1813. Al mismo tiempo, aparecía el Semanario Republicano de Antonio José de Irisarri.
Nota de Newtenberg
La compra de la imprenta por parte de Carrera es un punto en el cual hay varias contradicciones en los datos. De acuerdo a la fechas que se manejan, la imprenta se habría enbarcado a Chile desde Nueva York el 22 de julio de 1811 y las gestiones habrían sido hechas por el comerciante Sueco, residente en Chile, Mateo Arnaldo Hoevel. La máquina arribó al país en noviembre de ese año. Carrera por su parte, habría llegado a Chile el 25 de julio de 1811, momento en el cual no pertenecía a la Junta de Gobierno y entraría en escena recién en septiembre de ese año, al asumir el mando de la nueva junta tras un golpe militar. Lo que sí ocurrió durante el gobierno de Carerra, entonces, fue la compra a Hoevel de la imprenta, constatada poco después del arribo de la máquina a Valparaíso.
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