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OPINIÓN
Jueves 12 de Noviembre de 1812, página 1, 2 y 3.
Discurso de Tomas Jefferson

El 4 de marzo de 1810, Tomas Jefferson se dirige a través de un discurso a los habitantes de Estados Unidos. En él habla de los valores que deben prevalecer y de sus futuras responsabilidades hacia la comunidad. El discurso fue traducido y publicado en portada por Camilo Henríquez.


ESPICIES FINAS.

ORACION INAUGURAL

DE TOMAS JEFFERSON, PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS, AL PUEBLO

Traducida del original por C. Hz.

AMIGOS, Y CONCIUDADANOS,

LLAMADO á tomar sobre mi las obligaciones del primer oficio executivo de nuestra patria, me aprovecho de la presencia de la porcion de mis conciudadanos que está aquí reunida, para expresarles mi profundo agradecimiento por el favor que se han dignado hacerme poniendo en mi los ojos : y para declararles que conosco intimamente que este cargo es muy superior á mis talentos ; y que me acerco á el con aquel presentimiento timido y cuidadoso, que deben inspirarme la grandeza del empleo, y la debilidad de mis fuerzas.

Elevar una nacion esparsida sobre tierras extensas y fertiles¾atravesar todos los mares con las ricas producciones de su industria¾que tiene relaciones comerciales con naciones, que imaginan derechos según las fuerzas¾que se avanza rapidamente à sus destinos, colocados mas alla de lo que alcanzan los jos mortales ;¾ quando contemplo objetos de tanta trascendencia, y veo el honor, la prosperidad, y esperanzas de estas amadas regiones dependiendo del exito, y auspicios de estos dias, no puedo dexar de humillarme á vista de la magnitud del cargo, que me confiais. En verdad yo me abatiria, si la presencia de muchos de los asistentes no me recordase que en las otras autoridades establecidas por la Constitucion, he de encontrar recursos de sabiduria, virtud, y zelo à que ocurrir confiadamente en todas las dificultades.Vos y yo, hombres del Estado, hemos de dirigir con seguridad el vagel, en que nos hemos embarcado todos, entre el conflicto de los elementos y actual tempestad del mundo.

Durante la contienda de opiniones, al animarse y acalorarse las discusciones hemos ofrecido un aspecto no mui edificante á los extrangeros engañados, no acostumbrados à pensar libremente, ni á escribir con libertad lo que piensan. Pero habiendose decidido todo por la voz de la union, anunciada según las leyes constitucionales, todas las voluntades se colocan por si mismas baxo la voluntad de la ley, y reuniràn sus esfuerzos para el bien común. Asi todos debemos llevar grabado en el animo este sagrado principio : que aunque la voluntad de la mayoridad del pueblo debe prevalecer en todos los casos, esta voluntad para ser recta debe ser rasonable:-¾ que la minoridad, que posee iguales derechos, debe ser protegida por leyes iguales, que no pueden violarse sin opresion. Unamos pues nuestros animos, y nuestros corazones.¾Restablescase el comercio social, la harmonia, y el afecto, sin lo qual la libertad, y aun la vida misma son aborrecibles. Y reflexionemos que habiendo desterrado de nuestra patria aquella intolerancia que envolvio en sangre y en lagrimas al genero humano, habremos adelantado poco, si protegemos la intolerancia palitica,* tan despotica como injusta, y capaz de producir unas persecuciones no menos sangrientas.

Mientras duran las convulsiones del antiguo mundo, y los mortales espasmos del hombre furioso, que busca entre la sangre, y los estragos, la libertad que ha perdido ; no será extraño el que la agitacionde las ola se extienda hasta estas remotas, y pacificas orillas ; que se dividan las opiniones no trahe siempre una diferencia de principios. Todos somos REPUBLICAMOS todos somos FEDERALISTAS. Si hay alguno entre nosotros que opine que fuera mejor variar la forma republicana, quede tranquilo, como un monumento de la seguridad con que toleramos los errores de opinion : sean libres los errores, para que sean combatidos con libertad. Yo sè que algunos hombres honestos juzgan que el gobierno republicano no puede ser bastantemente vigoroso : que no es bastantemente fuerte para lo exterior. Pero querra un patriota honrado, despues de todo quanto nos dice la experiencia, abandonar un gobierno que nos ha conservado libres y firmes, por el theoretico y visionario temor de que esta forma de gobierno, que es la esperanza del mundo, pueda talvez no tener toda la energia necesaria para conservarnos? Yo no soy de este parecer : al contrario, yo creo que esta forma de gobierno es la mas fuerte de la tierra. Yo creo que cada hombre al llamamiento de la ley corriera al estandarte de la ley, y miraria la invasion del orden publico como un daño propio y personal.¾Se ha dicho, que los pueblos no se gobiernan bien à simismos. Pero ¿ pueden ser bien gobernados por otros ? Acaso decendieron alguna vez de los cielos angeles en forma de reyes para governarlos ? Yo dexo à la historia que resuelva esta question.

Sigamos pues amigos, nuestros principios federativos y republicanos¾nuestra adhesion à la union, y al gobierno representativo. Separados felizmente por la naturaleza y por un inmenso occeano de las ruinas y desastres de una parte del globo¾donde la ambicion ve con frialdad la degradacion de los mortales¾poseyendo unos payses fecundos, con exelentes y dilatadas tierras y campos para nuestros decendientes hasta la milesima generacion¾conservando cada dia mas claro el conocimiento de nuestros derechos, y el exercicio libre de nuestras facultades¾el honor y la confianza de nuestros conciudadanos, fundada no en el nacimiento, sino en nuestras acciones y en su gratitud¾viviendo baxo una religion benigna, profesada, es verdad, y practicada en varias formas, pero que todas ellas inculcan, y predican la honestidad la buena fé, la templanza, el agradecimiento, y el amor del proximo**¾reconociendo y adorando una Providencia universal, cuyos inefables beneficios y disposiciones prueban que se deleyta en la felicidad presente del hombre, y mucho mas en su felicidad futura:¾ Con estas bendiciones, ¿ que nos falta para ser el pueblo mas feliz y próspero de la tierra ? Sí, amigos, nos falta otra cosa : necesitamos de un gobierno sabio, y economico, que impida que nos dañemos los unos à los otros,¾que nos conserve libre el exrcicio y uso de nuestros bienes é industria, y que no nos quite el pan de la boca. Esta es la suma de un buen gobierno, y esto es necesario para completar el circulo de nuestras felicidades.

Antes de entrar en el exercicio de mis nuevos deberes, juzgo conveniente exponer con brevedad los principios esenciales de nuestro gobierno, y que dirigen su administracion. Estos son pues :¾justicia igual y exacta para con todo hombre, sea qual fueren su estado, y sus persuaciones¾paz, comercio, buena amistad con todas las naciones¾establecer alianzas con ninguna : conservar los gobiernos establecidos en todos sus derechos como la administracion mas conveniente para los negocios domesticos, y como el firme baluarte contra las miras anti-republicanas¾conservar el gobierno central en todo el vigor de la constitucion como la ancla de la paz domestica, y seguridad exterior-un zelo escrupuloso en conservar al pueblo el derecho de las elecciones : corregir los abusos tranquilamente, los quales se cortan con la espada de la revolucion, quando no tienen fuerza los remedios comunes y pacificos¾obedencia á las decisiones de la mayoridad, principio vital de las republicas, del qual no hay apelacion sino à la fuerza, origen del despotismo¾una malicia bien diciplinada, nuestra confianza en la paz, y en los primeros movimientos de la guerra para dar tiempo á que se acerquen las tropas regulares¾la supremacía de la autoridad civil sobre la militar¾economia en los gastos publicos¾pagar honradamente nuestras deudas¾conservar como una cosa sacrosanta la fè publica¾alentar la agricultura, la industria, y el comercio¾proteger la educacion, difundir las luces, extirpar las preocupaciones, y perfeccionar la razon publica¾libertad de opinion¾libertad de la imprenta¾libertad y seguridad individual baxo la proteccion del habeas corpus , y ser juzgadoselectos con imparcialidad. Estos principios forman la brillante constelacion, que hasta qui ha ido delante de nosotros, y ha guiado nuestros pasos en la edad de la revolucion y de la reforma. Al establecimiento y defensa de estos principios se consagraron la sabiduria de nuestros sabios, y la sangre de nuestros heroes. Ellos deben ser el catecismo y el credo de nuestra fè politica, el texto de la instrucción civil, y la piedra de toque de nuestros servicios y confianza. Si nos apartamos de ellos en los momentos de error, y de alarma, volvamos a ellos nuestros pasos, y recobremos el camino de la paz, de la libertad, de la seguridad.

Me presento pues, amigos y conciudadanos, en el puesto que me destinais, con la experiencia adquirida en empleos subalternos, en que he palpado las dificultades de los unos, y la grandeza de todos, y la grandeza de todos : yo he conocido que es cosa mui rara el que un hombre, sér tan imperfecto, se retire de los cargos publicos con la misma reputacion con que entró en ellos. Sin pretender alcanzar aquella alta confianza, que justamente pusisteis en el mayor y primer carácter revolucionario, cuyos preeminentes servicios le han designado el primer lugar en el amor de estos pueblos, y la pàgina mas bella, y brillante en el volumen de la fiel historia, solo os pido que pido que confieis que administrarè vuestros negocios con justicia, firmeza, y actividad. Yo pido indulgencia para mis hierros, que jamas sèran intencionales. La aprobacion, que envuelven vuestros sufragios, me consuela altamente en orden á mi pasada conducta ; y para lo futuro será mi cuidado conservar la buena opinion con que me favoreceis, promoviendo por todos los medios posibles la prosperidad y libertad de todos.

Confiando pues en vuestro afecto y en el patrocinio de vuestra buena voluntad, avanzo con obediencia á estas nuevas fatigas, pronto á retirarme del empleo siempre que conoscais que podeis hacer una eleccion mas acertada. Entre tanto el Poder Infinito, que dirige los destinos del universo, guie nuestros consejos à lo mejor, y les de un exîto favorable à vuestra paz y felicidad.

*Tirania contra la libertad de opinar en asuntos politicos.

**Por un beneficio inestimable del cielo goza nuestro amado Chile de la moral pura, santisima, y amable de jesu-christo, unida à la fé incorrupta è inalterable de los dogmas Apostolicos. Ventaja, que reunida à todos los dones mas preciosos de la naturaleza, lo constituyen una de las regiones mas recomendadas del orbe.

Tomas Jefferson

Washington, 4 de marzo, 1801.

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