ASPECTO
De los sucesos y de la Guerra de los Aliados en la Peninsula segun un discurso pronunciado en el Parlamento de Inglaterra el 21 de Febrero del presente año
,,EL Lord Wellington tiene cinquenta y quatro mil hombres de tropas inglesas, y treinta mil de tropas portuguesas, que asegura ser iguales á las mejores del mundo : consta pues su exército de ochenta y quatro mil hombres. Se dice que ademas de esto hay diez y y ocho mil portugueses armados, y que las milicias del pais acienden à ochenta mil hombres. Con toda esta inmensa fuerza à su disposicion el General britanico sufrió que un General frances penetrase en Portugal con un exèrcito de sesenta mil hombres : y que se mantubiese en el pais hasta que se vio precisado à abandonarle por el hambre : y no pudo ser acosado en su larga retirada por espacio de trecientas millas, aunque padecia suma escacez de vìveres. Decendamos à la presente campaña. Ciudad Rodrigo se há reconquistado, pero es la opinion de los mas sabios militares que para que aquella plaza se tomase no se necesitaba mas que acercarle el exèrcito. En verdad esta plaza no tenia obras exteriores ; y aunque por su naturaleza exige una guarnicion à lo menos de quatro mil hombres, en las circunstancias de su invasion solo tenia mil y quinientos, y esta tropa estaba en mui mal estado. Con todo se puso á la plaza un sitio de doce mil hombres, y se ha mirado su rendicion como una empresa mui ilustre, celebrando altamente el valor de nuesrras tropas. Si comparamos estos sucesos con los de los exércitos imperiales, vemos que el Mariscal Suchet ha tomado en la misma campaña á Tarragona y Valencia, y actualmente embìa á Francia quarenta y siete mil prisioneros, inclusos entre ellos Blake y los mas distinguidos Oficiales españoles.* Este es el acontecimiento mas importante del dia, el qual ni puede ponerse en duda, ni disimularse. Recordemos aun que en la campaña de Massena el enemigo tomo à Badajos, plaza de mayor importancia que Ciudad Rodrigo. Aquella solo dista de Lisboa ciento veinte millas con facil comunicacion ; esta dista del mismo punto trecientas millas, y su comunicacion es mas dificil en todo sentido. No incurramos pues en el atentado de engañar á la patria, no demos ocasion de que se alegre vanamente, ni conciba esperanzas quimericas. La accion de Ciudad Rodrigo tiene la relacion que se pretende con el gran objeto de la guerra? Ha compensado los gastos que costeó el pueblo? Desengañemonos el patriotismo se acaba si de los sucesos no resulta la utilidad popular. Pero vemos que el despotismo se hà establecido en Portugal, y detestarà el pueblo una guerra, que el mismo llamó à su seno con otras esperanzas. Si los recursos del pais se aplicasen à promover la prosperidad y libertad de la nacion, justamente se congratulara ; pero ¿por que se malbaratan nuestros recursos, de modo que son tan inutiles para nosotros como para los demas?
Por lo que toca à la España hay un hecho digno de observacion En los lugraes en que el poder està en las manos de los ingleses se restablecen las instituciones contra la libertad del pensamiento y de la palabra : pero en los lugares en que mandan los franceses estas instituciones son al instante abolidas. Tal es la libertad con que nosotros favorecemos á los españoles. Esta es la libertad, que les han adquirido nuestra sangre y nuestros tesoros. Aun hay otra consideracion, que hacer, y es la dificultad de que contribuya con dinero el pueblo en la situacion infeliz en que se halla. Se han expedido decretos para reprimir aquellos actos à que impelen à ciertas clases el hambre y la desesperacion ; pero no han tenido su efecto, y aun han habido indicios de una traision. Oh! el pueblo pide socorro á la camara de los Lordes, y nosotros le damos sogas para ahorcarse!
*Solo del Reyno de Valencia se conduxeron diez y seis mil prisioneros. La primera columna de esta división desgraciada se componia de mil y seis cientos Oficiales.
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