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OPINIÓN
Jueves 16 de julio de 1812, páginas 1, 2 y 3.
En busca del progreso

El artículo de carácter editorial y que se le atribuye a Camilo Henríquez, señala la importancia de educar y transformar aquellas instancias y áreas que no están haciendo que el país progrese. Para lograrlo plantea nuevamente la necesidad de crear el Instituto Nacional, una agricultura más fuerte y tecnologizada y una Sociedad económica de Amigos del país, la cual debería velar por el progreso industrial.


LAS revolucioues (dice un politico de nuestros dias) se asemejan à esos grandes terremotos, que rasgando el seno de la tierra descubren sus antiguos cimientos, y su extructura interior: trastornando los imperios manifiestan lá organizacion profunda, y los resortes misteriosos de la sociedad: el observador, que sobrevive á estas convulsiones, y trastornos, penetra en lo interior de las ruinas amontonadas; vé lo que ha sido, por lo que permanece, y entonces conoce, lo que se podia abatir, lo que se debe conservar, y lo que es necesario restablecer. Esta epoca de experiencia, y observaciones ha llegado para nosótros. ¿Qne debe extingirse, conservarse, criarse, restablecerse? Ved los quatro objetos dignos de la mas profunda meditacion, sobre los quales estriba la felicidad publica. Sin duda hay muchos abusos que extirpar en un pueblo, que es hijo be un pueblo viejo, y en el qual habia hecho tan pocos progresos la ilustracion: hay mucho, que reformar donde la policía, y la educacion estuvieron tan abandonadas, y la ociosidad habia hallado su asílo. Debe extirguirse todo, lo que de un modo directo, ó indirecto corompe las costumbres, por que sin costumbres privadas no hay costumbres publicas, no hay virtudes sociales, no hay libertad. Todo lo que empobrece al pueblo, lo que contribuye á que pase una vida incomoda, lo que de qualquiera modo se opone á los adelantamientos de la agricultura, de la industria, del comercio.... debe extirparse para siempre. Estas proposiciones son en verdad muy generales pero descenderan facilmente â los pormenores, que encierran los que estan á la frente de los negocios, y que conocen bien al pais. Ellos, al emprehender las reformas con mano impertérrita, deben contar seguramente por la aprobacion del publico, que bendecirâ sus nombres, y amará un sistema establecido para su felicidad.

LAS actuales circunstancias de un pueblo, en que falta todo, exigen ciertamente una gran actividad, un zelo, y una filantropìa muy extensa. Pero si vemos las cosas en globo, nos confundiremos sin motivo. Emprehendase la cosas, y poco à poco llegaràn à su termino. Nos faltan hombres ilustrados; nuestra juventud es habil, pero esta perdiendo el tiempo; las nociones de derecho publico, de legislacion, y polica son raras; gran trabajo es èste, pero ábrase el Instituto nacional, y esta sociedad de hombres de letras, tomando sobre si este objeto interesantisimo, aliviará al gobierno de éste cuidado. El pueblo vive en pobrez en miseria en medio de la mayor abundancia: las primeras materias de las artes, ò se pierden, ó no producen todas las ventajas posibles: la ociosidad de la plebe es lastimosa: la agricultura por si sola no emplea á todos los hombres, ni en todos los tiempos; las mugeres, los niños, los viejos no tienen disposiciones para sus fatigas: la muger, las hijas del labrador le son una carga pesada, por que no hay fabricas en que ocuparse: los propietarios son pocos; ¿como podran los jornaleros mantener à sus familias, si casi estan en la clase de mendigo? Este es el dolorido clamor de nuestros politicos. Ellos todo lo dificultan, sin dar un paso para vencer las dificultades. Quisieran que en el dia apareciesen lienzos finos y ricas estofas trabajadas en el pais, sin advertir, que esto no està en el orden de la naturaleza; que es preciso, que las telas bastas precedan á las finas, y las obras ordinarias á las de un gusto exquisito. Quisieran, que el pueblo sin arbitrios, sin caudal, y sin luces emprehendiese los establecimientos costosos de las artes. Estas empresas son propias de los hombres ricos: pero es cosa lamentable, que los que pueden enseñar los trabajos utiles, y enriqueser al pais, no hallen en los ricos el fomento, y la proteccion, de que necesitan.

ES una consolacion el saber, que no se necesitan genios criadores en un tiempo, en que casi todo esta inventado. No se necesita mas que imitar. Sigamos los exemplos de los pueblos cultos, y se abrirán en el pais las fuentes de la prosperidad, y de la abundancia. El medio mas sencillo, que hay, que adoptar, el mas facil de ponerse en planta, el mas acreditado por la experiencia en la ereccion de una Sociedad economica de Amigos del pais, que busque todos los medios de promover la industria, y haga familiares los mas importantes descubrimientos. Todos los Gobiernos, todas las naciones cultas han conocido, que la agrocultura, las artes necesitan sociedades politicas, que las fomenten, y cuiden de su enseñanza, y perfeccion. Ellas son, las que tomando noticia de lo mas notable, que hay en los tres reinos mineral, vegetal, y animal, valiendose de los Socios dispersos por las provincias, llegan à ponerse en esta lo de conocer las primeras materias de las artes, tintes, minerales, y de todos los usos, á que pueden aplicarse. Ellas son, las que introducen los texidos dan à conocer las maquinas, acogen, y protegen á los extrangeros industriosos. (*)

ESTE ultimo articulo es de la mayor importancia, y de una absoluta necesidad ¿Como han de aprenderse los trabajos, y procederes de las ártes, si no hay maestros que las enseñen? La ignorancia en estos objétos interesantisimos sera eterna, el pueblo será miserable degradado, y envilecido, hasta que nos vengan de los paises cultos, é industriosos hombres dotados de conocimientos utiles, y acostumbrados al trabajo. Pero atravez r inmensos mares, exponerse â los riesgos expatriarse, sufrir las incomodidades del Cabo de Hornos; no detenerse ( si vienen por otro camino) en los paises del transito, si en ellos encuentran una acogida honrosa, y las dulzuras de la libertad en que adoran son en verdad cosas, que enibian nuestras esperanzas. Con todo con ta por experiencia, pue un buen gobierno hace milagros; y el honor, y una legislacion sabia, justa, y equitativa unida á la felicidad del suelo, y á la bondad del temperamento pueden presentar á los animos de los extrangeros una perspectiva muy atrayente y enamoradora. Nada debe omitirse para engrandecer y enriquecer la nacion, y desterrar el ocio, y la miseria: ella debe decir con Virgilio:

Tentada via est, qua me quoque possim Tellere humo...

"veamos, si podemos levantarnos del polvo."

"MUCHO pueblo ocupado u_lmente todo, y una industria animada incesantemente por todos caminos segun la calidad de las producciones, y de las diferentes utilidades, y ramos de industria, son (dice uno de los mejores politicos de España) los dos principios seguros, y fecundos del engrandecimiento de una nacion. Cada pais tiene sus ventajas, y sus desventajas. Saber corregir estas, y compensarlas, promoviendo las artes, ò producciones, que le son mas propias, es todo el cuidado, que debe excitar la atencion vigilante de un gobierno.

(*) Discurso sobre la industria popular.

LA industria trahe las riquezas y las riquezas forma el poder nacional. La industria introduce el trabajo; y el trabajo destierra al ocio, y á los vicios. Los pueblos laboriosos tienen costumbres. La riqueza, y las costumbres son el apoyo, el recurso, el baluarte de la libertad. ¿Como pues han de omitirse los medios indispensables, para llamar la industria a nuestro territorio? ¿Como no han de dictarse todas todas las precisas providencias, y removerse todos los obstaculos, para atraher, y domiciliar entre los maestros de las artes? El pueblo, que conosca sus verdaderos intereses, mirará siempre a un extrangero um como un don inapreciable, como un instrumento de su prosperidad. Oigamos acerca de esto al ilustre Campomanes, que es el politico, que citamos:

La introduccion de artifices extrangeros es uno de los fomentos mas seguros de la industria: con ellos se pueden tener maestros idoneos en las provincias para propagar la enseñanza, sugetando á ella á los individuos actuales de los gremios, que necesitan de este auxilio, por faltarles á muchos el dibujo, el aprendizage necesario, y un riguroso examen publico, que acredite su suficiencia. Es necesario borrar de los Oficios todo deshonor, y habilitar à los que los exercen para los empleos municipales de la republica. Solo la holgazaneria debe contraher la vileza. "

LA prosperidad nacional es incompatible con qualquier error politico contrario a ella. Reflexionando bien sobre esta maxima hallamos la causa de la decadencia de nuestra industria y poblacion. El deshonor afecto a las profesiones mecanicas retra__e del trabajo, é introduce, y arraiga la holgazaneria. Se prefiere facilmente el òcio, la tampa, y una vida inutil, y aun perniciosa á un trabajo, que es honesto en los pueblos cultos, pero que envilece en los obscurecidos, y estupidos. Un pueblo sugeto a la funesta influencia de semejante erròres jamas saldrá de la miseria, y el abatimiento: añadamos aun, jamas serà libre. La libertad no puede subsistir sin virtudes, y sin pensamientos elevados y nobles. Pero es innegable, que las costumbres se corrompen por el ocio; se contrae el habito de la vileza; y en fin la miseria es incompatible con la dignidad del animo, y el interes nacional

Male suada fames et turpos egestas.

¿De donde salieron los heroes sino de las naciones ágricultoras, y laboriosas?. El trabajo endurece, y acostumbra a la frugalidad; trahe la sencillez de las costumbres, tan necesaria para la conservacion de los sistemas republicanos. Esta frugalidad, esta dureza de cuerpo comunican al animo confianza en su propia fuerza; l__ sostienen en los peligros y en las fatigas de la Armas Mientras Roma conservó el aprecio á la agricultura y a todos los trabajos ùtiles, vencio a sus enemigos, y dio leyes al mundo Sus Consules, Tribunos, y Generales ponian sus delicias en la industria campestre, y la literatura. Sahan de la labranza para ocuparse de los grandes objetos de la legislaeion y el estado, y para mandar las legiones Quando desaparecio esta austeridad de costumbres, quando se introduxeron, ________, la afeminacion, y la desidia desapareció la republica, se sepulto la libertad con la gloria y fortaleza de Roma.

Los Suisos le dieron su libertad á sus costumbres La republica de Polonia fue desmembrada por que el pueblo era esclavo è infeliz, y no tenia interes en defender su actual constitucion. Esa frialdad que se nota en algunos pueblos por los intereses nacionales; es en diferencia por qualquiera forma de govierno; por la libertad y la servidumbre; por la independencia y la sugecion colonial; debe su principio no solo á la ignorancia de sus derechos, sino muy principalmente a su áctual miseria, que no les permite e evar el animo ni concebir mejores esperanzas. Ellos creen que siempre han de ser infelices y miran con indiferencia todos los sucesos. Para amar la patria, para mirar con zelo é interes los acontecimientos publicos es nesesario que tenga el pueblo alguna influencia en los negocios publicos; es indispensable que el interès particular de cada familia, de cada ciudadano este perfectamente unido con el interes nacional. Desngañemonos no hai otros principios, que puedan dar à los estados aquella sólida consistencia, que les concilia respeto, fuerza y vigor. Cada uno se intereza por defender una constitucion, un sistema que lo hace dichoso: cada uno defiende un pais donde goza de consideracion, y comodidad. Por esta razon los Soldados de la libertad, las milicias de las Republicas bien constituidas derrotaron, destrozaron siempre à lasa topas mercenarias de los goviernos despoticos. ,,Como en ,,las Republicas (dice el General Lloid) eada hombre se ,,se siente vivameete interesado en la conservacion del ,, Estado, todos concurren con ardor à su defensa: to ,, dos obran con un zelo y una vigilancia proporcionada ,, á los peligros, y los ultimos campos de batalla se dis,, putan mas que los primeros. ,, Este es un asunto demasiado interesante y hermoso, y debe consagrarsele un discurso especial.

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