Capitulo de Carta de un Chileno residente el Lima.
Tengo el gusto de ver confirmado lo que tantas veces dige á V. que por diversas vias nos dirigimos á un propio objeto. Se ha formado en esta capital la Junta preparatoria para poner en practica la construccion Española: y este solo preliminar ha hecho una sensacion digna de observarse por un Philosofo ó Politico mejor que yo. el nombre solo de Junta ha resonado en estos oidos sensibles con una harmonia inexplicable: la idea de elecciones libres, de funcionarios publicos, y depositarios de la confianza del Pueblo; la voz ciudadana repetida por sigarreros y cobradores de cofradias: la amabilidad de los empleados: la necesidad de entrar á esta clase por la forzosa puerta de la virtud y el merito: la circunstancia de que los litigios no se han de terminar á tres mil leguas de distancia por juezes, que ignoran hasta la situacion geografica de los ocurrentes: la disminucion de las facultades ilimitadas de los semi-Dioses: y sobre todo el permiso por hablar de sus propios intereses, y derechos: ha disipado en un momento aquel nublado denso que ocultaba los prestigios con que estaban encadenadas las almas. Es asombrosa la igualdad que empieza á reynar entre los Generales, Regentes, Obispos y grandes Señores. Todo, todo nos acerca al feliz estado á que el destino nos conduce. La ilustracion, el genio, el Clima y la experiencia van á uniformar estas Provincias con las demas del continente de un modo propio de estas ventajas. Luego veremos borradas esta raya dura que hace los contornos de nuestra figura, y seremos todos uno. Tenga V. paciencia y fe en Dios y no olvide que este nos proporciona Salutem ex inimicis nostris.
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