N° 5. Jueves, 4 de febrero, de 1813.

Jueves 4 de febrero de 1813, páginas 1 y 2.

La sífilis causa estragos en la sociedad chilena

Controversias existen frente a la autoría de este artículo el cual se divide en dos, en esta primera parte el realizador propone tres métodos para prevenir el contagio de sífilis "el primero es purificar de este virus al sexo que desgraciadamente se presta al publico desorden; el segundo es el establecimiento de varias obras que hacen mas dificultosa su introducción; el ultimo es vigilar sobre la conducta de los que están destinados á la conservación de la salud de los ciudadanos".

 DISCURSO

Hecho á este Gobierno sobre los medios de moderar los estragos de la Lue Venerea

SI se reflexionase el inmenso costo que produce á la Sociedad la manutencion y educacion de un hombre hasta llegar á la edad de la pubertad, la autoridad tutelar cuidaria con mas eficacia de su conservacion.  Un gobierno se cree satisfecho de cumplir con sus sagrados deberes, con solo evitar las guerras exteriores y vigilar sobre el orden interior par conservar la vida de los ciudadanos.  Pero las mas sangrientas guerras no hace á veces tanto extrago quanto un defecto en la legislacion, ó una omision sobre la salud publica.  Una pronta inundacion de un rio es verdad que destruye vastos y fertiles campos: pero presto las aguas se recogen en su lecho, y dejan á la industria humana, y al tiempo el reparar aquel daño; mas quando esta agua se estancan, sin cauzar tan gran destrozo, poco á poco se leantan de su superficie deleterios y pestiferos gazes, que infestan vastas regiones.  Un sabio gobierno debe escrupulosamente atender á todos aquellos ramos, que son indispensables á la conservacion de la raza humana, de cuyo aumento pende de la prosperidad de una nacion: este es un deber de que no puede eximirse sin incurrir en el mas atroz delito: la felicidad de los hombres es el blanco á que deben dirigirse sus miras; es el principal, y unico motivo de su establecimiento.

El estado social, aunque analogo á la naturaleza humana, trahe consigo varios inconvenientes, que deben repararse.  Un estado que se encamina á la prosperidad es verdad que da movimiento á la industria y las artes, ofrece una abundante manutencion á sus individuos, y con esto anima los medios de propagacion, pero aleja al hombre de su estado primitivo, y lo transforma; su instinto se pervierte y sus deseos no reclaman una verdadera necesidad.  Son inmensas las enfermedades que se desarrollan en medio de una numerosa y opulenta sociedad; males que se ignoran entre las naciones barbara y vagantes.  Los ultimos calculos hechos por orden del Gobierno Britanico, y en otras naciones de Europa demuestran, que las muertes son en razon directa de la poblacion; que en las ciudades populosas se extingue mayor numero de habitantes que en las villas, lugares y campiña.   á vista de esto el Gobierno debe seriamente atender á los ramos de la salud publica con el establecimiento de buenos hospitales y otras obras necesarias para que los ciudadanos se pongan al abrigo de tantos agentes que continuamente amenazan su existencia; con vigilar sobre la policia, tanto interior como exterior de las ciudades; y dar disposiciones para que las enfermedades contagiosas no destruyan á sus habitantes.  Y dexemos al sabio legislador fixar reglas para procurarse vigorosos y robustos ciudadanos, aptos á qualquiera ocupaciones, y que florescan al mismo tiempo en su seno los principios de una sublime virtud, que esta tan ligada á la construccion fisica del hombre.

Los estragos de la lue venerea recaen sobre la parte mas preciosa de la sociedad, y preparan la infelicidad á futuras generaciones.  Su importancia es tal que debe llamar pronta y seriamente la atencion de un gobierno, que sabe meditar sobre las funestas conseqüencias que acarrea la universal propagacion de esta terrible enfermedad, que le prive de buenos defensores de sus derechos, y da campo á una constante y futura desolucion.  Todas estas consideraciones me animan á llamar los cuidados de un gobierno nacional, para que tome activas providencias sobre un objeto, que tanto interesa al bien estar de los hombres y de la nacion entera.

Poco se adelanta con notar los defectos á que desgraciadamente están condenadas las obras de los hombres, sin no se indica un modo de perfeccionarlas.  Un celebre escritor italiano, hablando de Montesquieu, aunque lo llama su maestro, dice, que estubo mui distante de perfeccionar su obra, pues aunque indicó los defectos, que contienen las legislaciones de las naciones cultas de Europa, no enseñó el camino para evitarlos.  Asi se explicaba Pitt en las aclaratorias disputas que se suscitaban en el Parlamento Britanico, sobre reformar varias leyes; y con solo esto imponia silencio á todos sus miembros.  Nada hubiera yo hecho en demostrar á este gobierno los inumerables males, que produce la due venerea, si no indicara un metodo de evitarla, que aunque imperfecto pudiera recibir enmienda de los que conocen los obstaculos, que presentan las preocupaciones de la antigua nacion Española: y basta esta advertencia para los inteligentes.

La lue venerea es tan dificil de extinguirse quanto procede su contagio de una necesidad, que es como á los seres organicos, de la reproduccion, pero si no se puede aniquilar, por no haber el genero humano sido tan dichoso como en la extincion de la viruela, á lo menos puede hacerse mas raro; y acaso puede limitarse á una porcion de la clase mas indigente.

Tres metodos se proponen; el primero es purificar de este virus al sexo que degraciadamente se presta al publico desorden; el segundo es el establecimiento de varias obras que hacen mas dificultosa su introduccion; el ultimo es vigilar sobre la conducta de los que estan destinados á la conservacion de la salud de los ciudadanos.

El virus sifilitico se recibe con un inmediato contacto con la persona afecta: las acciones lasivas aumenta la accion del sistema sanguineo; el sistema vascular de la periferia esta en un estado de turgecencia, que comunica á las papilas nerviosas un gran eretismo; esta sensibilidad aumentada dispone al virus á ser introducido por el sistema absorbente de los organos genitales, y partes adyacentes en el cuerpo humano; de tal modo, que es necesaria una exaltacion en la sensibilidad para facilitar su contagio.  Esta reflexion pathologica sirve mucho para demostrar que la lue venerea dificilmente se propaga de otro modo: y que el bever en vasos de personas afectas de ulceras venereas en la boca, pocas veces ha introducido el virus en la constitucion.  Sin embargo debe cuidadosamente evitarse.  Asi debe siempre atribuirse  al desorden su introduccion.