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LA plaga que asola nuestro pueblo, y que crece con su numero es mal venéreo, para cuyo remedio coloco la providencia los preciosos baños termales en la hacienda de V.S. cuyo corazon debe complacerse de poseer el antidoto de las dolencias de las mas numerosas y util parte de la humanidad, y en facilitarles el uso de un especifico que los saca del estado mas miserable para restituirlos al de salud, al amparo de sus familias, y al servicio de la patria. Nada hay mas glorioso para un Ciudadano ilustre, y por eso el gobierno desea tener parte en tan benefico proceder, recordandole que para ser completo solo resta allanar las escabrosidades de la parte del camino que media desde la villa de Rancagua hasta los baños, la que retrahen de ellos á los que las dolencias impiden transportarse en caballerias, de modo que los mas necesitados, estan privados de este recurso, ó lo consiguen con penalidades insoportables á los pacientes, y á los corazones sensibles. Diga V.S. que obra hay que ejecutar, y los arbitrios para realizarla, entre los que cuenta esta autoridad, como el primero, la notoria generosidad de V.S. y su piadosa indole.
Dios guarde á V.S. muchos años. Santiago y Enero 12 de 1913 &a.
Sr. Marquez de Casa Larrain