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EL EDITOR
APENAS habrà habido una nacion mas calumniada, y oprimida, que la de nuestros compatriotas los indios. ¿Se crerà que hubo tiempo en que se dudó de si eran racionales? Sus barbaros opresores los tubieron por brutos porque pagaban à precio excesivo el cristal y otras especies, en si maravillosas, y que tenian el merito de rareza. La Europa, dice uno de nuestros escritores, ha empleado todo genero de opresion, y se ha manchado por esto con horrendos crimenes. Los hijos de la America pagaron con la vida, y con la perdida de todos sus derecho la desgraciada opulencia del suelo, en que vieron la luz.(*) ¡Funesta riqueza adquirida con tanta crueldad, extrahida del seno de los montes à costa de tantas vidas, y tantas lagrimas! La humanidad se horroriza; al leer las atrocidades, que sufrieron, y se desea que hubiese habido alguna hipèrbole en la descripcion. Pero existen incontrastables monumentos de aquellos hechos de sangre; y aun nosotros hemos palpado los restos horrorosos de aquellas tropelias.
Mas si el amor de la libertad, en sentir de Aristoteles, caracteriza à las almas fuertes, y generosas, y este amor es fecundo en sentimientos nobles y sublimes ; ¡quan grande aparece el caracter de nuestros hermanos los indios, que conservaron el amor de la libertad en medio del mayor abatimiento, reducidos à la clase mas abyecta de la sociedad, y à la h--z del pueblo! Quanto ardor, quanto entusiasmo por la gran causa de la America han desplegado en el Alto Peru ! Quando en otros pueblos, que se crerian mas cultos, se ha notado una frialdad, y una indiferencia extraordinaria acerca de sus mas preciosos intereses; quando el estruendo de los acontecimientos importantes é inesperados de la època actual han podido despertarlos de su eterno sueño, y comunicar alguna energia à sus corazones insensibles; aquellos hombres arrostran todos los peligros, inventan recursos, y resuelven generosamente ser libres, ó morir.
Si del Alto Peru volvemos la vista à los que tenemos mas cercanos, ¿quien no admira el ardor y la magnanimidad heroica con que combatieron por su libertad de los indios Chilenos? La musa de la historia tomò à su cargo imortalizar sus hazañas; la trompeta de Clio ha pregonado por el universo, y muchos escritores apreciables les rindieron el tributo del elogio, y del honor. Toda la America habia ya doblado la cerviz baxo el yugo; ella miraba con triste silencio condenados sus hijos al trabajo matador de las minas, despojados de sus posesiones, reducidos á la servidumbre: los palacios de sus invasores se elevaban sobre la tumba de sus Incas: solo el duro Araucano rehusa las cadenas, y anteponiendo todos los males posibles á la pérdida de su libertad, y sin intimidarse por la inferioridad è imperfeccion de sus armas, resiste, combate, triunfa à las veces; y quando es vencido ni decae de animo, ni pierde la esperanza de vencer.
* Dàvalos.