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CONCLUYE EL DISCURSO
DE
JORGE WASHINGTON ,
AL PUEBLO DE LOS ESTADOS UNIDOS,
ANUNCIANDOLE SUS INTENCIONES DE RETIRARSE DEL
SERVICIO PUBLICO.
Traducido por C. Hz.
PARA la eficacia y permanencia de vuestra union es indispensable un gobierno central.--Las mas estrechas alianzas entre las partes componentes no se le pueden adequadamente subsistir. La experiencia de todos los tiempos ha manifestado infracciones è interrupciones en todas las alianzas. Sensibles à estas verdades elegisteis el gobierno actual, obra de vuestra eleccion, sin que nadie os hubiese violentado, despues de una investigacion plena, y de una madura deliberacion ; gobierno completamente libre en sus principios, y distribuciones de poderes ; que une la seguridad con la energia, y que en si mismo tiene los medios de reformarse : por todo esto tiene derecho à vuestra confianza, y à su conservacion. --El respeto á las autoridades, la observancia de las leyes, son deberes que imponen las maximas fundamentales de la verdadera libertad. La base de vuestro sistema politico es el derecho que tiene el pueblo de hacer y alterar la constitucion y forma de gobierno.--Pero la Constitucion existente, mientras no se varie por la voluntad explicita y autentica de todo el pueblo, es religiosamente obligatoria para todos. La verdadera idea del poder y derecho del pueblo de establecer su propio gobierno, presupone la obligacion de cada individuo de obedecer al gobierno establecido.
Todo lo que impide la execucion de las leyes, todas las combinaciones y asociaciones baxo qualquier motivo plausible con designio de turbar, oponerse, violentar las regulares deliberaciones de las autoridades constituidas, son destructivas de los principios fundamentales, y de una tendencia peligrosa. Ellas dan nacimiento á las facciones, y les prestan una fuerza extraordinaria. Ellas colocan en lugar de la voluntad delegada de la nacion la voluntad de un partido, y las miras pequeñas y artificiosas de unos pocos, y siguiendo los alternativos triunfos de las facciones diferentes, dirigen la administracion publica por mal concertados é intempestivos proyectos, no por plenes consistentes y saludables, dirigidos por consejos comunes, y modificados por intereses reciprocos. --Por ahora no tenemos tantristes acasos, pero en la serie de los tiempos y de las cosas, pueden aparecer hombres astutos, ambiciones, y sin priuncipios, que logren trastornar el poder del pueblo, y usurpar las riendas del mando, arruinando despues â aquellas mismas maquinas que les proporcionaron elevarse à una injusta dominacion.
Para la conservacion de vuestro gobierno, y permanencia de vuestra actual felicidad, se requiere no solo que estorbeis las oposiciones â la autoridades, sino que resistais con zelo el espiritu de innovacion acerca de nuestros principios, sin deslumbraros con pretextos especiosos. El plan de asaltaros será alterar la constitucion, para debilitar el vigor del sistema, ya que no puede combatirse al descubierto. En todas las alteraciones à que se os invite, debeis acordaros que el tiempo, y el hábito fixan el verdadero carácter de los gobiernos, y de todas las instituciones humanas :--que la experiencia es quien descubre la tendencia de la constitucion de un pais :--que la facilidad y liogeresa en hacer variaciones, fiandose de opiniones hipoteticas, expone siempre â que no haya nada estable, nada cierto, según la variedad eterna de las hipotesis y de las opiniones : --acordaos especialmente que tanto para un pais tan extenso como el nuestro, como para la seguridad y libertad general, es indispensable un gobierno energico. La misma libertad, y los poderes bien distribuidos, son los garantes de ella misma. No existe mas que el nombre de libertad, quando el gobierno es tan debil que no puede impedir los atentados de las facciones, contener á cada uno en los limites señalados por las leyes, y conservar á todos el seguro y tranquilo goze de los derechos de los individuos y de las propiedades.
Os expuse en otra ocasión los riesgos de las facciones ; seame licito fortaleceros mas, y de un modo.
Si hay algun pueblo à quien las leyes de la naturaleza, leyes sacrosantas, esculpidas en los corazones humanos por el Dios de la naturaleza, autorize á romper los lazos, que lo ligan à otro pueblo, es el comunmente llamado America Española . Quantos ultrajes, quantos insultos se han acumulado sobre las cabezas de estos infelices! Pobres en medio de las producciones mas preciosas! Sin agricultura, ; odeados de campos en que la naturaleza se complace de sonreirse, y de ser madre! Sin industria en medio de la abundancia de las materias primeras! Un monopolio infernal lo hacia todo esteril. Un gobierno estupido y opresor inutilizaba todas las ventajas naturales. --los ingenios mas bellos, la imaginacion mas florida, el animo profundo ....condenados al ocio innoble, privados de la luz de las verdaderas cienbcias, del gusto y talento de las artes!. --Un enjambre de empleados devoraba su substancia, semejantes à las langostas que de los aridos desiertos se precipitan sobre las fertiles regiones del Asia. --si ya que se les despojaba de la libertad de accion, se les hubiese dexado la del pensamiento ....pero se les negó el comercio y trato con todos los pueblos de la tierra, para que no se les hiciese sensible su infeliz condicion, è intentasen variarla. A que hombre se les prohibe el aprender de quien sabe, para ganar un pasar honesto y comodo? Pero à estos infelices se les prohibio el trato con los pueblos ilustrados, y adelantados en las artes. La estupidez llego a tal punto, se introduxo tanto en los espiritus, que estos pobresitos llegaron á temer y à mirar con horror el trato con los extrangeros. Como si ó el infierno, ó el error se hubiesen puesto de parte de la opresion, y de la politica dura y barbara, hubieron hombres que se dedicaron à fortalecer en los animos estos miedos, y estos horrores.¾En fin casi todas estas colonias se han revolucionado : algunas ocupan ya su lugar y han tomado su nombre entre las naciones : otras conbaten por sus derechos. La guerra se ha encendido entre los republicanos y realistas, entre Americanos y godos * entre oprimidos y opresores. Las Cortes y la Regencia de Cadiz, que se han llamado á herederos de los Borbones, apellidan rebeldes á los Americanos al mismo tiempo que los Franceses, y los Españoles adictos á Jose, llaman à las Cortes, à la Regencia y à todos los de su bando, sean Generales, Gefes &a.rebeldes, insurgentes, asesinos, ladrones, y cabezillas. Entre tanto Hidalgo, Camargo, Carrasco, Allende Ximenes, y otros muchos Generales, y oficiales de las tropas revolucionarias de Mexico, han parecido en los cadalsos. Si el Emperador de los franceses condenase al ultimo suplicio à Blake, y à los inumerables oficiales españoles, que tiene prisioneros,y sentenciase à otros à presidios, clamara por la venganza todo el mundo, y se conjurara al Cielo, á la tierra, y hasta los infiernos contra tan infame tirania, contra este hecho de sangre y de atrocidad ; pero los patriotas mexicanos, hombres de animo esforzado y sublime, y de intentos ilustres, decendieron al sepulcro sin que nadie los haya llorado : y si sus paysanos no hubiesen jurado vengar su muerte, quedaria sin venganza.
*En mexico se da este nombre à los enemigos de la libertad
Si la santidad de su causa les hubiese asegurado el suceso, estos ilustres no hubieran perecido. Empero el revès de aquella fortuna que preservò de la muerte á Hancock y Adams, precipito á Hidalgo y á sus fieles amigos. Sin tan adversas circunstancias ya fuera Mexico una Republica augusta ; y es de creer que Hidalgo hubiera sido puesto por sus compatriotas ás la frente de los negocios, encargado como Washington de conducir su pays á destinos nuevos y felizes. Pero mientras lamento su pèrdida, doy gracias al cielo por la luz de esperanza que ofrecen las ultimas noticias, que aseguran que el asiento de la autoridad sanguinaria se estremece y bambolca en el centro de Mexico y que en breve pagaran los perversos sus atrocidades. Entonces se rendiran honores á la memoria de Hidalgo ; se erigirán mausoleos a los manes de los difuntos ilustres ; se consangraràn monumentales à los venerables nombres de los despreciados rebeldes ; se les citarà en las generaciones futuras como exemplos de patritismos, de virtud y de constancia ; mientras los nombres de sus enemigos estarán condenados á una inmortalidad infame.
H. N.
Baltimore 28 de Marzo de 1812.