Bernardo O'Higgins Riquelme nació en Chillán (Chile) el 20 de agosto de 1778. Aunque la fecha de su nacimiento no es exacta, lo que sí se sabe es que fue hijo ilegítimo de Ambrosio O'Higgins (virrey del Perú desde 1796 hasta 1801) y de Isabel Riquelme.
A la edad de 12 años fue enviado a la capital del Virreinato de Perú (Lima) a estudiar la secundaria en el colegio Del Príncipe. Posteriormente, fue trasladado al Convictorio de San Carlos y estuvo bajo el cuidado de Ignacio Blake, un comerciante amigo de su padre.
Cuatro años después viajó para España y a Londres a los diecisiete donde permaneció hasta el último año del siglo XVIII.
En Inglaterra conoció a Carlota Eels -de quien se enamoró- y al venezolano Francisco de Miranda. Este importante personaje de la emancipación americana le enseñó la idea de la independencia y el amor por la libertad.
En plena guerra entre Inglaterra y España, se embarcó (en 1799) en la fragata "Confianza" rumbo a Lisboa con la idea de llegar a Cádiz. Dicha expedición fue capturada por los ingleses y desviada hacia la colonia británica de Gibraltar. Ya para 1802 pudo regresar a su patria natal, fecha en la que había trascurrido un año de la muerte de su padre.
Don Ambrosio le dejó como herencia la hacienda de Las Canteras, a la que dedicó gran parte de su vida. En 1806 ejerció el cargo de alcalde de Chillán. En 1808 O'Higgins participa en un grupo llamado Duendes Patrióticos cuyos miembros deseaban la libertad bajo todo punto de vista. Ese año las tropas napoleónicas invadieron España con lo cual las colonias americanas se desvincularon de la metrópoli, por tanto el gobernador de Santiago fue destituido por una Junta de Gobierno en 1810. Al año siguiente se formó un Congreso chileno, en el que O'Higgins participó activamente.
En 1813 los españoles se vengaron por su actuación en los movimientos emancipadores, por lo que destruyeron su propiedad y raptaron a su madre y hermana. Ese mismo año se retiró temporalmente de los asuntos políticos a causa de la guerra de la independencia. Se alistó en el ejército y participó en la Sorpresa de El Roble cuando las tropas revolucionarias fueron atacadas por sorpresa. Así, consiguió la simpatía de varios soldados quienes se articularon a su causa consiguiendo una inminente victoria. Gracias a dicho triunfo, fue ascendido como militar y nombrado jefe del ejército en reemplazo de José Miguel Carrera.
Combatiendo a los españoles en las batallas de El Quilo, El Membrillar, Guajardo y Tres Montes obtuvo diversas victorias en pro de la causa patriótica.
Tras el nombramiento de Carrera como Presidente de la Junta de Gobierno en1814, éste y O'Higgins se enfrentan en la batalla de Tres Acequias, en el que el futuro libertador resultó perdedor. Como consecuencia, se refugió en la hacienda de Paula Jaraquemada, pero tras el desembarco del español Manuel Osorio y su avance hacia Talca, se alió a Carrera. En consecuencia Osorio inició el cruce del río Cachapoal, mientas que O'Higgins y Carrera se dirigieron a la plaza de Rancagua. Los realistas lograron vencer las tropas nacionales y en octubre de ese año consiguieron dominar Chile durante tres largos años.
Pues bien, O'Higgins y otros patriotas huyeron a Argentina, en donde se estaba formando el ejército de los Andes comandado por el general José de San Martín. En enero de 1817 penetró las tierras chilenas y en febrero de ese año, luego del triunfo en la batalla de Chacabuco (que dio independencia a Chile) fue nombrado Director Supremo.
O'Higgins, el gobernador, se nos muestra como un competente estadista al organizar el gobierno en lo jurídico, educacional, cultural y material. Asimismo, fue un director honesto y progresista cuyo objetivo era la igualdad, la paz y el orden. Algunos de sus logros fueron la creación de una armada nacional, Colegios, Bibliotecas, Hospitales, Cementerios y la organización de las ciudades. Fundó la Biblioteca Nacional, ordenó la composición del Himno Nacional y el escudo de Armas de la República. Igualmente organizó una expedición al Perú para exterminar el poder realista en dicha nación.
A pesar de los logros obtenidos. O'Higgins no consiguió captar el agrado de la nobleza ni de la clase comercial chilenas. Su discurso y sus acciones se basaron en su renombre militar como libertador de Chile, lo que no sirvió de mucho en tiempos de paz. Llevó a cabo un plan de integración continental que no dio resultados efectivos en Chile. La élite dominante -conservadora y nacionalista- poco a poco comenzó a rechazar a un líder liberal y panamericanista. Dicho clima de patriotismo reinante hizo que su acción fuera criticada por su relación directa con las Provincias Unidas del Río de la Plata. Así, el 28 de enero de 1823 se vio obligado a renunciar, por lo que se dirigió a Perú a pasar sus últimos años de vida.
Radicado en Lima, el gobierno de Perú le obsequió las haciendas de Montalbán y Cuida en 1824. allí se dedicó a la vida agrícola. Ayudó a San Martín y a Simón Bolívar en sus causas nacionales. Nunca quiso volver a Chile, e pesar de que en 1842 le fue autorizado el retorno a su patria natal lo que nunca pudo hacer ya que el 24 de octubre de ese dio su último respiro.
Pese a mantenerse alejado de su patria durante sus últimos años, más tarde fue reconocido por ésta como uno de sus más importantes próceres y como un héroe de la nación chilena; si bien el Senado chileno ya le había reintegrado sus bienes y su grado de capitán general tres años antes de su muerte. Numerosos topónimos de su país han sido distinguidos con su nombre, de entre los que cabe destacar la división administrativa Libertador General Bernardo O'Higgins o el Parque nacional Bernardo O'Higgins.