N° 11. Jueves, 23 de abril, de 1812.

Jueves 23 de abril de 1812, página 4.

Moción de Agustín Argüelles para abolir la esclavitud

La abolición legal de la esclavitud para el territorio español fue en 1837, pero sólo en 1867 es cuando se publica un decreto que condena el tráfico de esclavos. Los diputados de las Cortes de Cádiz, Guridi Alcocer y Agustín Argüelles, presentaron en 1811 una ley de abolición que fue rechazada. Luego en 1813 Isidoro de Antillón, pronunciar un discurso abolicionista tras el cual, es salvajemente apaleado en las calles de Cádiz.

Extracto de la Sesion de las Còrtes sobre la Esclavatura.

  DISCURO DEL SR. ARGÜELLES.

  EL tráfico, Señor, de esclavos no solo es opuesto à la pureza y leberalidad de los sentimientos de la nacion Española, sino al espíritu de su religion.  Comerciar con la sangre de nuestros hermanos es horrendo; es atroz, es inhumano : y no puede el Congreso nacional vacilar un momento entre comprometer sus sublimes principios ó el interes de algunos particulares.  Pero todavía se puede asegurar, que ni el de estos serà perjudicado.  Entre varias reflexîones alegadas por los que sostuvieron tan digna y gloriosamente en Inglatierra la abolicion de este comercio, una de ellas era profetizar que los mismos plantadores y dueños de esclavos experimentarian un beneficios con la abolicion, à causa de que no pudiendo introducir en adelante nuevos negros, habrian de darles mejor trato, para conservar los individuos ; de lo que se seguiria necesariamente, que mejorada la condicion de aquellos infelices, se multiplicarian entre si con ventaja suya y de sus dueños.  A pesar de que el tiempo corrido desde la abolicion es todavia corto, estoy seguro que la experiencia ha justificado la profecia.  Esto mismo sucederà a los dueños de nuestros ingenios y à otros agricultores de La Habana, Puerto Rico, costa firme &c., y aun no puede dudarse, que la prohibicion seria un medio de inclinarlos à mejoral el cultivo, por otro mètodo mas anàlogo al que reclama la agricultura y mas digno de los subditos de una nacion que pelea por su libertad é independencia.  Todavia mas.  La oposicion que pueden hacer los interesados, nada conseguiria atendida la libertad del Congreso respecto de las mejores de América.  Seria infructuosa, como lo ha sido la que hicieron en Inglatera los opulentos plantadores y transitantes de Liverpool y otras partes, que se conjuraron abiertamente por espacio de 20 años contra el digno è infatigable Wilberforce, autor del bill de abolicion.  Jamas olvidarè Señor, la memorable noche del 5 de Febrero de 1807, en que tube la dulce satisfaccion de presenciar en la càmara de lores el triunfo de las luces y la filosofìa ; en que se aprobó el bill de abolicion del comercio de esclavos.  En conseqüencia de tan filantròpica resolucion, se formò en Londres una asociacion compuesta de los defensores de aquel bill y varias otras personas respetables para desagraviar por quantos medios fuese posible, è indemnizar à las naciones de Africa del ultrage y vexamen que han sufrido con tan infame tràfico.  Su objeto es formar establecimientos cientificos y artisticos en los mismos parages que eran àntes el mercado de la especie humana, llevàndoles de esta suerte toda especie de cultura y civilizacion ; y su profunda sabidurìa ha eceptuado solo la propaganda religiosa, no fuese que socolor de religion, se abusase como se ha hecho muchas veces de este santo ministerio, prefiriendo dexar à los progresos de la ilustracion un triunfo que solo puede conseguirse con el convencimiento y los medios suaves.  Convencido el gobierno de Inglaterra de que el objeto del bill no podia conseguirse mientras las naciones de Europa y América pudiesen hacer por sí este tràfico, ó prestar su nombre à los comerciantes ingleses, resolviò interponer su mediacion para con las potencias enemigas, à fin de que se adoptase la abolicion por sus gobiernos.  Creo que aquel gabinete habia dado pasos con Suecia y Dinamarca àntes de la actual guerra : y si no ha hecho al V. M. igual proposicion, seria porque en aquella època teniamos la desgracia de estar separados, y en el dia porque le ocuparàn atenciones de mayor urgencia.  Por tanto, Señor, no desperdicie V.M. una coyuntura tan feliz de dar à conocer la elevacion y grandeza de sus miras, anticipàndose à seguir el digno exemplo de su aliada, para no perder el mèrito de conceder espontàneamente à la humanidad el desagravio que reclama en la abolicion del comercio de esclavos.,,

[SE CONTINUARá]


CON SUPERIOR PERMISO
IMPRESO EN SANTIAGO DE CHILE,
EN LA IMPRENTA DE ESTE SUPERIOR GOBIERNO,
Por Sres. Samuél B. Johnston, Guillelmo H. Burbidge.
y Simón Garrison,
DE LOS ESTADOS UNIDOS.