16 de marzo de 1825

Muere el padre de la prensa nacional

Su legado va más allá del desarrollo y creación del primer periódico nacional, ya que sus múltiples inquietudes intelectuales lo llevaron a ser el gestor de la creación de instituciones que permanecen hasta nuestros días, como son la Biblioteca Nacional y el Instituto Nacional.

Los últimos años de vida de Camilo Henríquez, están marcados por su deteriorado estado de salud, el cual no le permite asumir en noviembre de 1823 como oficial mayor del Departamento de Relaciones Exteriores, en el mes de enero de 1825 emita su testamento, en el cual dispone de sus bienes y declara su fe católica.

(Newtenberg)

Sobre esta etapa el profesor, historiador y político Miguel Luis Amunátegui, escribe: "El fin de su vida fue triste. Con la edad sus dolencias se agravaron. A las enfermedades del cuerpo se agregaron las del ánimo. Se puso hipocondríaco y bilioso. Todo le incomodaba, nada le complacía. La miseria le hizo sentir todos sus rigores. Aunque era muy parco en su comida y muy humilde en su vestido, su renta no alcanzaba a satisfacerle sus necesidades; pues a mas de ser escasa de por sí, se quedaba en su mayor parte entre las manos de dos criados que le servían y que le robaban descaradamente. Desde su venida de Buenos Aires, había dejado el traje eclesiástico, que hacia que muchas gentes no le tuvieran en mucho olor de santidad; pero murió con todas las apariencias de un hombre religioso y de un católico sincero, recibiendo devotamente los sacramentos de la iglesia".

El relato de Amunátegui finaliza diciendo: "La muerte de ese escritor que durante su vida había causado tanto ruido, que se había conquistado tantas simpatías, que había espertado tantos odios, pasó desapercibida. Ninguna demostración de dolor publico solemnizó su entierro; ningún periódico se dignó consagrar una necrología, un simple aviso siquiera al fundador del diarismo en Chile. La fecha de la muerte de este patriota eminente habría quedado tan ignorada, como la de su nacimiento, si en el registro del cementerio, ese libro donde a nadie se le niega su lugar, donde se apuntan indiferentemente y mezclados unos con otros a grandes y pequeños, no se hallara en la partida correspondiente al 17 de Marzo de 1824, un renglón que dice:

CAMILO HENRIQUEZ DE 40 ANOS DE EDAD. PARROQUIA DE SANTA ANA.

Nada tendríamos que observar sobre esa corta línea, porque en ese libro de los difuntos ocupan igual espacio los hombres célebres y los hombres oscuros, los presidentes y los mendigos, los que mueren en la cama o en el banco; si el cura, como si dudara a qué categoría pertenecía Henríquez, no le hubiera suprimido al mismo tiempo el don de que siempre hace preceder los nombres de las personas acomodadas, y el fraile que pone delante de los miembros de las órdenes religiosas".

Según Relaciones Públicas del Cementerio General, bajo este monolito se encuentran los restos de Camilo Henríquez. (Newtenberg)

Sin embargo, el Crítico literario, ensayista, historiador de la literatura, biógrafo y periodista, Raúl Silva Castro, entrega una versión opuesta a la anterior.

En su libro "Escritos Políticos de Camilo Henríquez" señala: "Su fallecimiento ocurrió en Santiago el 16 de marzo de 1825. En sus funerales se llevaron a cabo ceremonias especiales de duelo público que dispusieron oportunamente el gobierno y el parlamento. De orden del primero se dispararon salvas en el fuerte del cerro Santa Lucía, mientras se efectuaba el entierro, y por disposición del segundo una delegación especial de sus miembros expresó su condolencia a la familia, los diputados asistieron en cuerpo a los funerales y, en fin, conformes al uso de la época, vistieron luto durante tres días".

Contexto Histórico

Después de la abdicación de O'Higgins, el 28 de enero de 1823, asumió el poder una Junta integrada por Infante, Eyzaguirre y Errázuriz, todos ellos integrantes de la aristocracia castellano-vasca de la capital.

La ciudad de Concepción convocó a un congreso provincial, que declaró la independencia del Gobierno de Santiago. El entonces Intendente de Concepción y General Ramón Freire, apoyó la decisión.

Frente a estos hechos se propuso, la creación de un gobierno con representantes de las tres provincias: Santiago, Concepción y Coquimbo. Ramón Freire, apoyado por el ejército del sur, marchó sobre Santiago, y obligó a la Junta a convocar un congreso de plenipotenciarios de las tres provincias.

El 16 de marzo se cumplieron 178 años de la muerte del editor y redactor de "Aurora de Chile". (Newtenberg)

El Congreso, con el acuerdo de sus miembros, designó a Freire como director supremo provisional, el el 4 de abril de 1823, cargo que dejó de ser interino el 21 de agosto del mismo año.

De su gobierno se destaca:

Fuentes