Por Samuel Vial Muñoz

Del súbdito al ciudadano

Relato en entorno a los sucesos que llevaron a la emancipación de las colonias de la corona española.

Prólogo

A comienzos del siglo XIX comenzó a discutirse revolucionariamente el concepto de representación política. El régimen español que gobernó el continente América desde 1492 en adelante, caía ante la invasión napoleónica de la península Ibérica, hecho histórico ocurrido en 1808. Lo que comenzaba a desmoronarse era la Monarquía Española con sus múltiples reinos americanos.

Uno de los dilemas centrales para los nuevos gobiernos americanos fue el de intentar responder a la pregunta esencial que se refirió a sobre que bases constitucionales se levantarían los nuevos gobiernos. En este contexto, una de las preocupaciones permanentes de la época fue el de definir modernamente el concepto de representación política.

Los primeros veinte años fueron una búsqueda incesante por encontrar la definición que más se acercara al ser nacional. Por ello, no resultará extraño observar como el vocabulario político vivirá un período de un gran dinamismo conceptual. Por lo tanto, el trabajo que aquí presentamos cubrirá desde la invitación hecha por esquelas para la reunión del 18 de septiembre de 1810 hasta la constitución política de 1828.Para ello abordaremos todos los textos constitucionales del período para extraer aquellos conceptos y elementos que tienen directa relación con el tópico de la representación.

Analizaremos el debate político, los valores introducidos por la modernidad, las formas de elección tanto del Poder Ejecutivo y el Legislativo como de otras instituciones o autoridades que en algún momento fueron objeto de elección popular.

Nos parece que los sucesos de 1829 vinculados al enfrentamiento entre liberales y conservadores, en que serán estos últimos los triunfadores, marcarán el inicio de una nueva etapa que verá su corolario político en la dictación de la constitución política de 1833. El triunfo conservador implicará, entre otras cosas, la imposición de ciertas definiciones políticas, encontrándose entre ellas su particular definición de lo que ese sector político entendía por representación política.

De la primera junta de gobierno al primer congreso nacional

A partir de 1810 se inició en Chile un proceso de separación política de la corona española. Los antecedentes son numerosos y han sido tratados con prolijidad por numerosos autores como Diego Barros Arana (1) , Miguel Luis Amunátegui (2) , Jaime Eyzaguirre (3) , Simon Collier (4) , entre otros historiadores destacados. La mayoría coincide en recoger como causas indirectas del proceso independentista chileno la decadencia española, las reformas borbónicas, la expulsión de los jesuitas, las rivalidades al interior de América entre los criollos y los realistas, la difusión de las ideas de la ilustración, la independencia de los Estados Unidos y el estallido de la revolución francesa, la formación inicial de una conciencia nacional y, como causas directas, la invasión napoleónica a España en 1808, el comportamiento político de García Carrasco (5) , la decisión política radical a favor de la independencia de ciertos líderes criollos como Juan Martínez de Rozas, José Miguel Infante (6), Camilo Henríquez, José Miguel Carrera, entre otros en la primera etapa que cubrió los años de 1810 a 1814. Posteriormente, el deseo independentista creció, sobre todo por los sucesos ocurridos en Chile en el período denominado de la "Reconquista", fruto de la torpeza y dureza política del gobernador Francisco Casimiro Marcó del Pont y su capitán Vicente san Bruno.

La invasión a Portugal por los franceses debió realizarse a través de España. Carlos IV, influido por su ministro Godoy, dio el permiso para que las tropas napoleónicas cruzaran su territorio. Sin embargo, los franceses no se retiraron de suelo español. El pueblo español reaccionó con indignación en los motines de Aranjuez en 1808. Frente a los sucesos políticos violentos que no aceptaban el comportamiento político del ministro y del rey, Carlos IV debió abdicar a favor de su hijo Fernando VII. Napoleón no aceptó el nombramiento y nombró a José Bonaparte como gobernante de España.

Nuevamente el pueblo español se rebeló y juró lealtad a Fernando VII. Los súbditos al comprobar que su Rey estaba en cautiverio, tomaron la decisión de formar juntas de gobiernos. Estas gobernarían mientras el Rey se encontrara cautivo. Tal decisión la tomaron basándose en la tesis medieval que si el Rey legítimo está en cautiverio, la soberanía vuelve a la comunidad, la cual queda en completa libertad para autodesignarse un gobierno.

La imperiosa necesidad de centralizar los esfuerzos de la resistencia, llevó a las juntas locales a delegar su porción de soberanía a la Junta Central que operará en Sevilla y luego en el Consejo de Regencia que se radicará en la ciudad de Cádiz. Será este último organismo el cual encabezará el proceso de resistencia contra el invasor francés. El autogobierno español diseñó y aplicó un conjunto de reformas entre las cuales se contó la constitución política liberal de 1812. Junto a lo anterior, se solicitó a los reinos americanos que enviaran sus representantes (diputados) a España.

Ante la solicitud española, los americanos se sintieron apoyados en su idea de crear gobiernos propios (7) . Pero también, hubo discrepancias respecto a aplicar reformas en América de corte liberal como se estaba haciendo en la península. Producto de lo anterior, se formaron dos tendencias políticas en Chile. La primera de carácter monárquica que se mostró partidaria de obedecer a los actuales virreyes y gobernadores en América y al Consejo de Regencia español. La mayoría de los funcionarios administrativos, la Real Audiencia, residentes españoles y familias prominentes se encontraron entre sus defensores. En cambio, la otra tendencia, minoritaria, no reconoció la autoridad del Consejo de Regencia. Fueron de la opinión que los reinos americanos pertenecían a la Corona española y no a los españoles. Esto significó que apoyaran abiertamente la tesis de la autonomía política en una primera etapa, y en la segunda se la jugaran por la independencia completa.


Notas

1 En su libro " Historia general de Chile" , 16 vol..

2 En su libro " Los precursores de la independencia de Chile" , 3 vol.

3 Ideario y ruta de la emancipación chilena.

4 En su libro "Ideas y políticas de la independencia de Chile".

5 Habría que recordar que en la formación de la Primera Junta de gobierno también fue importante el comportamiento del último gobernador español García Carrasco, quien con su escasa habilidad política, permitió que fuera depuesto por el Cabildo en el mes de julio de 1810 y se preparara el ambiente para la conformación de la junta.

6 Es interesante hacer notar que como Procurador de la ciudad, José Miguel Infante, mediante un discurso en la Primera Junta de Gobierno, señaló que los miembros allí reunidos debían tomar decisiones en función de lo dispuesto por las Siete Partidas, que obligaba estando el Rey cautivo a formar una junta que representara al pueblo. Lo que hizo no fue referirse a los textos políticos franceses sino que se basó en un clásico texto legal español. Actas del Cabildo de Santiago, "Colección de historiadores de Chile y de documentos relativos a la historia nacional" , tomo XXXIV.

7 Sin duda alguna y en concordancia con lo que sostuvo Jaime Eyzaguirre en el libro Ideario y ruta de la emancipación chilena , en Chile como en muchas otras regiones del continente, los criollos tenían "en la víspera de la revolución emancipadora una indudable hegemonía burocrática" P.57. Dos ejemplos clásicos lo constituyeron el Cabildo y la Real Audiencia, al menos la segunda desde la segunda mitad del siglo XVIII. Junto a lo anterior, el gobierno de Cádiz no le reconoció igualdad representativa a las provincias americanas, tal como lo resolvió en sesión del 18 de enero de 1811. Sin duda alguna que esta decisión precipitó los hechos históricos que implicaron el inicio de un proceso separatista.

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